En el paso de palio, María Santísima de la Victoria, obra del mismo imaginero en 1938, siendo restaurada en 1986 por el granadino Antonio Barbero Gor y nuevamente en 1988 por el cordobés Miguel Ángel González Jurado, quien le talló nuevas manos y la reencarnó. Sin lágrimas y con una leve sonrisa, que la hace peculiar en su estilo.
Este año se completa una fase de la remodelación del paso con la restauración de los antiguos varales, de trabajo anónimo. Tanto el manto, como el techo de palio y faldones, son de damasco blanco bordados en hilo de oro y sedas por las RR.MM. Dominicas de La Piedad de Granada. La candelería es del taller sevillano Viuda de Villarreal. Las jarras son del taller de los sevillanos Hermanos Ramos, los cuales también realizaron el original respiradero de orfebrería plateada y de talla de madera dorada, recuperada del antiguo respiradero, realizado por Espinosa Cuadros en 1941 y redorado por Antonio Díaz Fernández. La cartela central representa la Encarnación, tal y como aparece en la fachada de la catedral. El taller de orfebrería Maestrante, de Sevilla, realizó la peana (2009) y los brazos de cola (2010).